¡Que levante la mano el que no la haya tocado!
Esta "fantasía militar" de Cristóbal Oudrid es todo un icono dentro de las obras escritas para banda de música y sobre todo, para los trompetistas. La responsabilidad de tener que hacer en un concierto sus distintos solos y llamadas produce una sensación que jamás se olvida. El compromiso que se adquiere al ser el solista de esta pieza es realmente alto, no comparable con otras actuaciones similares, ya que esta composición tiene una especie de componente histórico-legendario que trasciende de las propias notas e incluso de la música.
Una partitura única donde las haya…
Partituras originales, nada de transcripciones...
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